Javier Orlando Muñoz

 

¨De lo bello nos conmueve

su feroz manera de palpar

la herida que es el hombre¨

Camila Charry


Bienvenido Javier Orlando Muñoz a EL CLAROSCURO.

Gracias por aceptar mi invitación. 




Javier Orlando Muñoz Bastidas, Popayán, Colombia, estudió Doctorado en Filosofía en la Universidad Pontificia Bolivariana (Medellín, Colombia), docente del programa de Formación Integral Social y Humanística de la Universidad del Cauca. 


**


Afabilidad 


1.


Los colores que me gustan


no son de este mundo,


tal vez de ninguno,


son luces danzantes


en la mirada de quien ama.


Las palabras que me gustan


tal vez nunca se escriban,


son las huellas que dejan


los que han intentado volar.



2.


El amor que vale es una grieta:


Irrumpe del fondo y sin explicación,


deja las calles y las paredes heridas


para que puedan respirar.



3.


Hay algo en mí que me cuida,


como si fuera la rosa de otro jardín.



4.


Dejas en mí un instante de silencio


en el que todo floreció


y en el que todo fue de nuevo bello.



5.


Así como el pétalo se esfuerza


en seguir siendo rosa,


así mi voz insiste, no en el sentido,


pero sí en un ignoto ritmo


en el que pueda decir un nuevo nombre.



6.


En el presentimiento de lo sagrado


los sentidos se afinan en el silencio,


el cuerpo se agita en singular quietud


y los pétalos del mundo se empiezan a desprender.



7.


Todas las huellas que dejan aquellos


que van al encuentro de lo sagrado,


forman el atardecer multicolor que contemplo


luego de largas jornadas de vacilación


y de hurgar letras para intuir un resplandor.



8.


El héroe sabe que los dioses


no castigan a cualquiera,


que no es alguien común


aquel a quien el destino toca,


por eso cumple su misión en silencio


y se entrega a lo más intenso del dolor,


para ser dignificado.



9.


Nadie sabe que las abejas hacen posible


los colores y los aromas del mundo.


Nadie sabe que las mariposas sostienen


los océanos y las nubes.


Nadie sabe que la sonrisa indicada


puede construir imperios.


Nadie sabe que un pétalo volando


puede darle sentido a una vida.



10.


Para crear un nuevo ritmo


hay que perderlo todo,


ir al límite del sentido


y delirar.



11.


Soy el anhelo secreto de mis padres,


la conciencia que desean en silencio cuando se miran,


soy lo mejor que quieren ser para alabar al otro.


Ojalá una palabra mía baste para alegrarlos.



12.


A veces,


para saber lo que podemos,


necesitamos destruirnos.


A veces,


para ir más allá de todo,


requerimos un caos hiriente.


Sólo a veces,


para empezar de nuevo,


anhelamos silencio y


vacío.




**

 

ÍCARO


1.


Cada gota de luz que cae al cuerpo,


hace vibrar de nuevo el sentido de la invocación.


2


Sólo de rodillas se soporta el sutil destello


de las almas que despiertan e inventan a Dios.


3.


Las fuerzas superiores aceptan,


como una orden, aquello que se canta.


Por eso impulsan el destino de la tinta.


4.


Insistir, insistir en el oleaje incierto


de lo divino que, lejano, se intuye en la piel.


5.


Si no se puede engendrar lo superior


en las grietas de la voz, si no se puede…


6.


Antes de apagar para siempre la llama,


una última oración que tal vez sí llegue al hacedor.


7.


En cada palabra que se desgarra,


un nuevo héroe encuentra la fuerza de su misión.


8.


¡Oh tú que inventas el espejo


en el que pules la perfección!


9.


Ved cómo se eleva la luz


y cómo se esfuman las formas de la sangre.


10.


Que las lágrimas puedan adherir en la piel


el eco lejano de las sonrisas plenas.


11.


En el impulso puro y ebrio del cuerpo


se ennoblece el destino de la creación.


12.


Intuye con tu sonrisa el fino deseo,


el arduo deseo con el que te elevas.


13.


No se cesa de invocar la fuerza


en la que se pule, alisa el trino ideal.


14.


¡Ay del temblor sacro del silencio


que hace sonreír a los labios


y, piel a piel, les injerta una dulce vid!


15.


La corona de gloria que nace en el héroe


impide, con amor, que el vuelo se desee.


16.


La flor busca un sol que la eleve,


y sólo adorna el paisaje e inspira al poeta.


17.


¿Sabíais que las letras de tu nombre


son un hilo dorado del eterno laberinto?


18.


Un brillo nutre la sangre


con la que el cuerpo idea su levedad.


19.


¡Oh tú, hombre pleno, ayudadme


a iluminar las heridas de la voz,


para que pueda deciros tu nombre!


20.


Se estremecen las uniones de todo lo creado,


para hacer más cortés el vuelo del milagro.


21.


¿Qué es aquello que se forma


en la intuición de lo imposible?


22.


La elevación sólo hace más arduo


el laberinto de las pieles sagradas.


23.


La música con la que danza el ideal,


limpia con sumisión los tejidos del silencio.


24.


¿Podrán las lágrimas fermentar la sangre,


para que el dolor embriague a lo divino?


25.


Aquesta luz que destruye la piel


descubre, gota a gota, el nombre de la fuerza.


26.


Volar,


volar es destruir los cielos.


27.


El amor es la uva pura


que sólo se puede sembrar en lo incierto.


28.


La caída es el vuelo del héroe


que desea, una vez más, afinar su belleza.


29.


Algo sutil y terrible


vibra en la piel del mundo.


30.


Lo divino desea que la luz embriague.


31.


La piel que se desprende del cuerpo


es la semilla del Dios que,


poco a poco, el mundo alimenta.


32.


No se puede asir el sentido de la piedra,


que hace posible el ardor del ideal.


33.


El caos que hace danzar todo lo vivo,


eleva su lamento: y se hace la luz.


34.


Todo lo sagrado tiembla


y se esconde en la sangre de la flor.


35.


El ángel desea elevarse aún más:


¡Helo embriagado de pieles y de caos!


36.


No cesa la ráfaga de lo santo,


de despertar en la piedra lo ideal.


37.


Somos la uva pura, que embriaga a Dios.


38.


Pétalos infinitos acarician la piel


con la misión, divina e imposible,


de eliminar su amnesia de Dios.


39.


El Dios imposible, desea que el dolor lo invente.


40.


La piedra y la flor sospechan de la fuerza


y de la danza del bello capricho.


41.


El mundo expulsa sus creaturas


para comprender, en esa elevación,


el sentido de su deseo perfecto.


42.


El fuego intuye en sí mismo a Dios,


por eso intenta verse, y se apaga.


43.


Los elementos son lo imposible mitificado.


44.


La danza de las formas hace posible,


cada cuanto, una nueva piedra o un nuevo Dios.


45.


Para que se eleve una sola letra,


ha de haber mucho terror en lo vivo.


46.


Las creaturas que inocentes se alimentan,


desean asir íntegra a la verdad.


47.


El aire se mueve, sólo para ser un rayo.


48.


¿Qué secreto guarda la rosa,


que brilla un instante y se desintegra?


49.


Nunca oculta la luz, su ansiedad de ideal.


50.


En el resplandor ignoto de la piedra,


está la letra que le falta a la invocación.


51.


Ese imposible instante


en el que te sientes, de verdad, un Dios,


y te ríes de todo y de todos.


52.


La risa en la que se presiente


el terror de lo vivo,


y se lo conjura.


53.


Una palabra en la que se enreda


lo divino, es la palabra


con la que curo mi piel.


54.


Ve el silencio con el que Dios


así mismo se destruye,


para que tu cuerpo se eleve y,


tal vez, llegue puro a él.


55.


Me rio con la fuerza de quien sabe


que sólo él puede inventar


la miel y los labios que lo alimenten.


56.


La miel que late pura


en el centro de todas las pieles,


es lo único que sabe nuestro nombre.


57.


Lo vivo desea una ebriedad


en la que se pueda presentir


los secretos de Dios, que le esperan.


58.


No se puede detener la marcha


de aquellos que, igual que Dios,


crean paso a paso el infinito.


59.


Una risa infinita


podría seguir creando el universo.


60.


El poema destila, sin pausa,


la tinta en la que están todos los rastros.




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