Lidice Megla

 


“No importa mi ventura o mi desventura.

Soy el poeta.”

Jorge Luis Borges



“Comer polvo de estrellas, una excelente dieta…”
                                                            L. Megla


Bienvenida Lidice Megla a EL CLAROSCURO
Gracias por aceptar mi invitación






Lidice Megla. Villa Clara. Cuba. 1968. Poeta. Traductora y Educadora. Reside en Canadá desde 1999. Con una extensa obra literaria sus colecciones de poesía aparecen en revistas y antologías en Canadá e internacionalmente. Ganadora de varios premios internacionales. Miembro de la Federación de Escritores de British Columbia. Poemarios publicados: Totémica Insular, Mujer sin paredes, La oración que trae el viento, The Third Road. Winterly Poems from a Cuban in Nanaimo. El Nombre Secreto de la Flor/ The Secret Name of the Flower, 2022. Asociación Abra Cultural Canaria.

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¿Quién es Lidice Megla?

En Game of Thrones, George R.R. Martin elige, a mi modo de ver, la respuesta perfecta, representada por el personaje de Arya Stark. A través de su viaje personal, Arya, luego de culminar una fase trascendente de su aprendizaje entiende, al fin, que ella es “No One” /Nadie. Pero, ahora sin resto de sorna, ni pizca de ironía, a sabiendas del cliché, te digo que soy una mujer más. Tan simple y especial como todas, defensora de mi clan. Mano que observa, escribe y ama. Talla de una isla y mi tiempo. Doy gracias a mis ancestros y a todas las que soy en ellos por traerme hasta aquí. 

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¿Qué es Poesía?

No tengo la menor idea. Supongo que podría ser el tramo eterno donde nos recorremos a nosotros mismos una y otra vez. La protagonista excepcional de las reconquistas del hombre y su universo emocional, y espiritual.

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¿Con qué palabra te identificas?

La Palabra es mi oficio, cómo podría escoger una…Pero tu pregunta habla de identificarse, entonces me identifico con la palabra Naturaleza. En ella siempre encuentro mi libertad. Es mi casa y la poesía, mi laberinto.

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¿Qué buscas y qué has encontrado en la poesía?

No busco nada. Ella es mi buscadora, termina siempre por encontrarme. Sabe que soy una cueva y allí me encuentra, me conoce como nadie. Ubica mi escondite y es quien me saca de él. Por ella “aún salgo a la calle desprovista de chaleco antibalas” Por ella, como contestara Dulce María Loynaz, “el látigo se me cayó de la mano hace tiempo, y doy gracias a Dios de que todavía tengo la rosa” 

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¿Cómo ha sido la voz de la mujer en la poesía?

Hablando de palabras, se me ocurren las palabras Espada, Espejo, Umbral, Vessel, Navío, Monte, Árbol... Ha sido como ella misma: Fundamental. Alta. Profunda. Imprescindible: Vanguardista.

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¿Cómo es la respuesta del lector canadiense a la literatura escrita en español?

No hay respuesta si no conocen el idioma español. Si hablamos del trabajo de casas editoriales como Laberinto Press y su dueña la escritora de procedencia argentina, Luciana Erregue-Sacci, quien dedica todos sus esfuerzos por traducir, sacar a la luz lo que escribe la comunidad de emigrantes en Alberta, o todo Canadá y más allá, o de los organizadores y promotores culturales de la Feria Iberoamericana del libro en Canadá, o del Registro de Escritores Hispano Canadienses, entonces hablamos de trabajo arduo y entrega para izar nuestra literatura y cultura en general.

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Cuéntanos sobre tu poemario El Nombre Secreto de la Flor

El Nombre Secreto de la Flor contiene poemas que engaveté desde antes del 2014 y puede que anterior a esa fecha. También contiene poemas tan recientes como el comienzo de este año. Se decidió hacerlo bilingüe, y escogí a la poeta y traductora venezolana Mariela Cordero para que tradujera los poemas al inglés, haciendo yo luego los cambios que considerara pertinente. Me siento muy complacida y feliz con el resultado final. Agradecida de que a pesar de mi escasez de vista se haya publicado por haber tenido a Abra Cultural a mi lado, a Mariela, al escritor José Hugo Fernández (prólogo) y a esas dos queridas artistas que colaboraron con la carátula y pintura que aparece en el interior del libro, dos amigas queridísimas, Lisbel González y Yasmin Maya, a todos ellos los tuve para poder materializarlo. Ahora le toca al lector lo demás. 

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Opinión sobre Poesía y Virtualidad

Mi abuela solía usar un refrán (que no viene al caso, por lo que lo citaré primero como ella nos lo recitaba y lo voy a parafrasear en honor a la abuela que casi todo lo enseñaba a la usanza isleña, en verso rimado)

  “El amor y el interés se fueron al campo un día: más pudo el interés que el amor que te tenía”.

Me atrevo y digo,
Poesía y Virtualidad se fueron al campo un día: más pudo la virtualidad que el don de la poesía.

La virtualidad bien utilizada puede dar resultados hermosos y positivos. Por qué no en el tema poesía. Durante la pandemia esto quedó demostrado brillantemente en salas de Zoom que se convirtieron en anfiteatros virtuales donde se sentaron miles de poetas, artistas, promotores y virtuosos en general para hacer la existencia más llevadera, más acompañada. Desgraciadamente, no es bien utilizada siempre. Sin embargo, todo el que quiera escribir que escriba, que esto lo haga un poeta o no, que sea poesía “buena o poesía “bonita”, como clasificara Mieses Burgos a los poemas buenos de los “bonitos”, esa ya es otra historia que no me toca a mí contar. Se lo dejo a la virtud de la virtualidad😊

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Yo Sé que la Poesía

Yo sé que la poesía lleva el rostro de todos los idiomas. 
Que en el último día del mundo caerá por primera vez
como un árbol abriendo la oscuridad con su hilacha de sonido
dirigiendo el vuelo de los primeros pájaros hacia la luz naciente. 
Yo sé que la poesía es eterna porque lleva el rostro de la
transitoriedad de los humanos y sus cosas
ella marca el círculo infinito rotando sobre sí mismo. 
Yo sé que la poesía tiene el tamaño del mismo espacio en que morimos,
y es tan eterna como la muerte sin reposo en el vuelo de las voces.

Aparece en los poemarios Espejo de Isla. Editorial Dos Islas y El Nombre Secreto de la Flor. Abra Cultural Canaria.



La mano que ha escrito esto

La mano que ha escrito esto viene del reino de lo minúsculo; 
cestos, baúles, tazones, morteros, cuchillos, algunas letras… 
Benignas sierpes enroscadas en un mapa de venas. 
Diez ramas tranquilas
en el desacomodo
aparente de la existencia; 
cuando ponen el mantel,
cuando vierten el aceite y brilla
misteriosamente como una
joya en el fondo del plato… 
Mano que se preocupa por todo,
 (su amor la hace necesaria)
Conocedora del silencio
de la almendra caída,
y la estación precisa
para podar la ternura,
recoger el copo de nieve,
y el sabor verde
del sauce flotando
en el silbido de vientos lejanos
regala la mano buena para
contar cuentos, 
velar oscuridades a la noche
proteger su luz a las estrellas,
y a los mansos minerales su tierra,
(todo necesario)
Mano que escribe y ama,
que nada deja fuera de la desordenada
 urdimbre de la vida. 
Mano-flor, se deshoja al florecer.



Me da igual que lo recuerdes 

Me da igual que lo recuerdes, 
mis sueños fueron mi fatiga, 
ahora se elevan junto a los pájaros más altos, 
bajo el hambre de una nube de buitres. 
Me da igual que lo recuerdes, 
no necesito tiempo para el olvido; 
murallas de telarañas nos cubren, 
con ella me almuerzo todo lo que cae en mi tela. 
Da igual que recuerdes. 
Da igual tu memoria, sobro para desvelar el cortinaje. 
Me cultivo en los ritos: ritos del amor, ritos del desafío. 
Y heme aquí, entre ellos, hecha de una costilla, 
saliendo desprovista a la calle, 
sin chaleco antibalas. 
Me da igual que lo recuerdes,
mis sueños son mi fatiga. 



Sangre inconforme 

Por ti dejé arder mis huesos en la pira de los sueños, 
los incineré junto a esa mitad de muerte que tú vives para bajar desnuda, 
desprotegida a vivir en tu mundo de vidrio. 
Por ti me flagelé la ternura, 
me entregué al crepúsculo enfermizo que te circunda,
 callé aquel algo insoportable que a veces te embarga
 cuando ahuyentas al ángel tras la violencia de tus pupilas, 
cuando venías desde una oscuridad desconocida, 
desde esa sangre inconforme que tú eres. 
Por ti, soy el animal con diez uñas amoladas que ya no necesita de su chaleco.

Del Poemario Mujer sin Paredes. Editorial Voces de Hoy.




AHORA HAY SILENCIO

Los dioses de la casa duermen cada uno en su rincón. 
Afuera el mar desbordándose en la noche
repasa el sentido atemporal del tiempo, 
la mujer que a diario lo mira… 
Los dioses de la casa y el mar conversan, 
conocen a la mujer que los alimenta en sueños. 
Ahora hay silencio.
Las ventanas, el mar y la montanas conocen a la mujer. 
Mujer y ventana se parecen, 
confundidas en el marco del mar y la mente. 
Afuera el órgano ancestral de las olas
 ruge con el sonido de muchos nombres. 
Para no olvidar, la mujer escribe,
 “Ayer una gaviota se alejó tan adentro que perdió su regreso.” 
“El día anterior un murciélago herido no pudo volver a su cueva”
“un pájaro fue muriendo lentamente bajo una encina,”
varios cuervos cayeron del alero,
 algunas plumas volaron por la alfombra…” 

(los datos son infinitos) 

…la criatura se desvanece en el olvido.

Del poemario El nombre Secreto de la Flor/The Secret Name of the Flower.  Asociación Abra Cultural Canaria.


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