Luis Salazar Ramírez
"Mi obra es mi vida, lo demás son papelitos".
Darío Lemos
Bienvenido Luis Salazar Ramírez a EL CLAROSCURO
Gracias por aceptar mi invitación.
Luis Salazar Ramírez 16 de noviembre de 199-. Publica el libro Poemas Malviajados (Ediciones Malviajadas 2016) y dos cuentos en: Nos perdemos en el laberinto de la infancia (Ediciones Malviajadas 2017) entre otras publicaciones, revistas digitales y físicas nacionales. Su última publicación es Poepunks para Lalita Cielo (Editorial Tinta Ebria 2018)
Trabaja también en la dirección audiovisual y creación de guion para cine. Cuenta con algunas piezas de carácter corto.
No hace méritos en concursos literarios ni esfuerzos para ser mejor poeta, sólo vive y no deja que la cerveza se entibie, canta Stones y se enamora.
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¿Qué es la poesía?
La poesía son los sueños de un lenguaje indescifrable. Aunque, no me den más licor porque me pongo muy indescifrable.
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¿Hacia dónde va la poesía?
La poesía está en todos lados. Ella no va ni viene. Nosotros vamos, es el poema que, -A toda velocidad- conduce la nave.
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¿Para qué la poesía?
la poesía para remendar nada
la poesía para descalabrarnos de humor
la poesía para carecer de sentido
la poesía para no trabajar en oficinas
la poesía para una destrucción masiva de mentes inquietas
la poesía para conocer mujeres lindas en bares de rock
la poesía para reírnos del destino
la poesía para luchar contra nadie
la poesía para hacer memoria de un país traqueto
la poesía para beber vino
la poesía para matar a la policía
la poesía para querer a mamá
la poesía para ser eternos
la poesía para que la muerte lo mame
la poesía para todo
la poesía para nada.
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Con este poema me invento otro mundo
Que Colombia fuera un sólo barrio —no tan caliente—
Donde crecimos todos los amigos y poetas
In the soccer day con amigos y en la noche noche
Con poetas.
Sufrir de vez en cuando por bobadas
Reírnos en la calle
—Y que las balas que se pierden nunca nos encuentren—
Derrochar algunos años de primaria
Buscar colillas muertas de recuerdos humo
Estar mejor que nunca no por hongos
Y tener mucha hambre no por pobres
Aprender siempre que la guerra no se olvida
Y que el ego es un poeta con boina
Abrazar mil veces el recuerdo
El escondite que jugamos que se esconde
Tras los besos.
Comprar sueños para niños pobres
Y llegar temprano a casa para que mi mamá no se enoje
Que Colombia fuera un sólo barrio
Donde crecimos todos los amigos
Enfiestamos todos los poetas
Cumplimos muchos años
Y encendimos este bar.
Te espero
Te espero siempre para que gritemos miles de fiestas
Para que los tiempos prósperos se llenen de hambrientas
noches
Para que miles de versos en la vida duerman en tu
espalda
Para que esta pesadilla colombiana acabe
Para hacer nuestro amor en los soles que vislumbraron la
muerte
Para que el silencio de tus ojos acabe conmigo
Para que las velas enciendan su fuego y ardan y brinden
por la virtud
de habernos encontrado
Te espero siempre hoy y aquí, en este sinónimo de
religión y amigos
En esta secta de palabras que gritan: Noche
Te espero, cuando nadie te espere
En este lugar oscuro
En esta sombra pasajera (además oscura)
que alguna vez llamé vida
Te espero, en este resplandor de A-B-E-C-E-D-A-R-I-O-S
que solo repiten tu nombre
Pero, sobre todo, te espero aquí, siendo nunca más el que
fui
Sino, los recuerdos que seremos.
El amor tic tac
Ya no pienso en el amor
Se marchitó la niñez
La guerra derrotó el segundo de mi vida que pensaba en ti
Empeñé las manecillas del tiempo para olvidarte
Soy feliz escuchando punk mientras la espuma abandona
el vaso de cerveza
Maté a Dios muchas veces y lo reviví cuando estaba solo
Lo descolgué de la cruz: diosito bello, dame alma y vida,
pero no, me dio la poesía
Y la poesía que tengo es para ti, niñita bella, pero no te
acerques mucho
Porque mis ojos sueños de luceros fríos y sangre
Polvo de estrellas ayer y de noche sonámbula
Mi hermano ahora es un esquelético
Ayer sacaron sus restos y sus ojos ya no eran el milagro
de mamá
Me devolví en un tren para amarte
Y me quedé sin monedas
Ahora tengo este poema niña bella
Para que lo compres y juegues con él
En el laberinto de mi vida
Ya vengo mamá
Me voy a escribir los días
En los arbustos del planeta guerra.
De la rebeldía juvenil a la nostálgica noche
ebria
No escuchamos los sermones de la Eucaristía y tampoco
a los representantes de la revolución y mucho menos a
los Beat, porque para lo único que se deben formar
istmos es para tener amigos y hacer que todos pongan
pa’ la vaca.
Descubrí un sol en otra época.
Mamá, me dediqué a la poesía y al ensueño de
vivir marginado, me dediqué a la absurda certeza de
sentirme destruido.
Somos poetas jóvenes y predicamos la solución de
mundos ebrios, angustias prematuras y sueños
incumplidos sin obligar a nadie (la trampa de los
vendedores).
Hay que echarle un vaso borracho a la
cotidianidad y después asegurar un mejor planeta.
Nosotros somos los creadores de este deseo
desesperante, amo la noche, quiero follármela entera.
Bogotá-Colombia 2016
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