"Hombre, árbol de imágenes, palabras que son flores que son frutos que son actos."
Octavio Paz
Bienvenida Silvia Santos a EL CLAROSCURO
Gracias por aceptar mi invitación.
SEMBLANZA SILVIA SANTOS
Estudia en Mérida Yucatán el bachillerato con carrera Instructor en Arte con especialidad en Artes Plásticas, y posteriormente en Xalapa, Veracruz, la carrera de Licenciado en Teatro de la Universidad Veracruzana. Durante varios años se dedica a la promoción y difusión de
Son Jarocho con el grupo Híkuri.
Como artista independiente, crea el proyecto multidisciplinario “Golpe de Mar” con el cual se presenta en diversas partes del estado con piezas propias de música y narración oral. Actualmente promueve su Disco “Acompañando el Nacimiento, Sones y canciones de Enseñanzas de Parteras”. imparte clases de pintura, participa en exposiciones individuales y colectivas de mujeres pintoras, promociona sus poemarios, imágenes, unipersonales y canciones en presentaciones privadas y públicas.
Participa año con año en el Festival Cultural Mictlan, en Xalapa, Veracruz, haciendo dramaturgia compartida con el Director del mismo, Hugo López, para el grupo de teatro “Así le dijeron a mi hermana”, en algunas ocasiones actuando en las obras elaboradas.
Participa en el XXIII y XXIV Encuentro Internacional de Mujeres poetas en el país de las nubes, en los años 2015 y el 2016, 2017 y 2020 en el estado de Oaxaca, y su trabajo está incluido en la antología “Viejas brujas”. Tiene algunas publicaciones en revistas, diarios locales y blogs de poesía. Actualmente escribe su propia versada para sus participaciones en el son jarocho y piezas propias. Escribe canciones, en las cuales está presente el sentido poético, partiendo de la idea de la poesía que cuenta, que está hecha para ser hablada y cantada.
Publicación de su primer poemario, “Mujer sitiada” que es parte de la colección 25 poetas de la República Mexicana, de la editorial “Letras de Barro”.
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No en vano
No en vano
he llegado hasta aquí
como sobreviviente,
agregándole adjetivos positivos
a mis canas.
No en vano,
ningún canto ha sido en vano.
Las niñas que habitan en mí
ya no se esconden en la selva
ni en los parques desolados.
No en vano
La mujer vibrante que soy,
Que reconozco,
se reconstituye como Ave Fénix.
No en vano.
No en vano
daré los siguientes pasos
escribiré canciones
pintaré mis soliloquios
dibujaré los mares
de la eterna pregunta:
¿A dónde voy
con todo ese cúmulo de estrellas
y polvo cósmico?
No en vano
desapareceré como una cometa.
No en vano, para mí,
como un suspiro en el tiempo.
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VIVO
Vivo en la jaula dorada
y alimento a los pájaros del parque de mi rumbo.
Vivo en la casa dorada con la niña sonriente,
pero es muy pequeña para cruzar la línea conmigo.
Por eso vivo en la jaula dorada.
Yo la pinté y le puse muros rosas,
para olvidar otros muros que he recorrido caminando.
Me he esforzado por sonreír
aún en los momentos de avasallantes memorias.
Aún cuando he caído en las garras de un cuervo
que me llevó a su guarida, y cuando se cansó de mí,
me aventó al arroyo creyendo que había muerto.
Me he levantado,
buscando en esa noche, una luz para sobrevivir.
Aún cuando he cruzado tantas veces el muro
y de nuevo he sido regresada por la Border.
Aún cuando he caminado con seis meses de embarazo
y he estado prisionera, mientras mis carceleros esperaban
el momento oportuno para sacar de las entrañas mi bebé.
He sonreído al pasar el susto del escape,
he llegado aquí, a este lugar sin retorno,
en donde mente y cuerpo se separan:
mi mente se quedó en mi tierra,
mi cuerpo en la jaula dorada.

MUJER SITIADA
Mujer, que al caminar por el sendero,
te vuelves presa en el paraje de la caza.
Mujer, que sólo por haber nacido
con vulva y llanto, aparentemente débil,
eres tan mal recibida en el huerto
de lo cambiante y la desesperanza.
Eres mujer de infortunio en los campos,
parques, plazas; y padeces en manos
de aquellos personajes innombrables.
Eres mujer sitiada, e impunemente
tu cuerpo rueda, yace, es asaeteado,
encaminado a ser objeto de uso
vendible, vapuleado y desechable.
Hasta el último rincón está sitiado.
Aun así, contemplo estrellas, suspirando,
reclamo, arengo, imploro mil deseos
en los que mis hermanas tengan noches
con aullidos de gozo, alas de luna;
posean los menesteres necesarios
para encender la hoguera milenaria,
para correr al borde del abismo
y celebrar con júbilo la vida,
Naturaleza brota en los resquicios
en las grietas verdor hojas y flores,
y como ella, nosotras, las mujeres
habremos de crecer sobre las ruinas.
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