Cálices
Mi evangelio
La negación de todo
Ahmad Said
Roberto Abad Jordán
Cálices
Selección de poemas
MARES
Atestiguo lo que unen
El cuarto creciente y la melancolía
Los actos
Ya no distingo la respiración de una mujer dormida de un ave
Si. seguiré,
En la antigüedad de lo que va amaneciendo
En el momento donde te desangras
Sola y conmigo
Frente a las seis velas encendidas del horizonte
ALTARES SUBTERRÁNEOS
Un rayo invernal, atraviesa los cristales
Tiñendo de rojo, un crucifijo en la habitación vacía
Afuera, ella recoge un puñado de barro
Que encierra una verdad
Algo se arremolina en soledad animal
El recién nacido
Acariciamos el regazo, perfecto e imposible
Ahora el silencio empieza en mis ojos
A fin de concebirlo todo
Después del desierto
Lo inexpresable
La innombrable desnudez
La forma corporal del viento, cuando se agitan los sauces
LAS BATALLAS
Develamos aquel diciembre recóndito
El tiempo de las claras incertidumbres
Atravesamos las lagunas de los desposeídos
Acariciamos los tambores y cuernos arrojados por los profetas
En el barrio de los huérfanos, aun resonaba
El aullido de los perros contra los muros y recogíamos
El blanco sedimento que dejaron ayer las constelaciones
Al pie del rio, las mujeres lavaban las mortajas de los caídos
La aurora se sumergía en las corrientes
Ya no temíamos a la muerte sino a sus atardeceres rituales
Nuestros hijos, se alejaban, mezclándose a los follajes del centeno
La guerra fueron los caminos de ese rio, que no volvería jamás
Donde las madres descalzas solamente se postraban
Ante el silencio
***
Roberto Abad Jordan estudió psicología en la universidad Ricardo Palma y periodismo en la escuela de periodismo "Bausate y mesa".
Escribe regularmente para algunos blogs de España, Argentina, Chile y Perú.
Es colaborador del programa de radio "La boca ya tiene dientes", Buenos Aires.
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¿Por qué creer en la poesía?
Porque en sus muchas variantes, sobrevive la belleza, o como dijo Nietzsche "menos mal que tenemos el arte para no morir de la verdad".
¿Qué buscas en la poesía?
Enseñanza. Saber que los árboles no son árboles. Eso he aprendido desde que leo poesía.
¿Qué te motiva a escribir?
Descubrir mi propia inconsciencia.
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