Deisy Catalina Pérez Gil

 

"Cuando llega la arrogancia, llega también la deshonra, pero la sabiduría está con los modestos".

Prov. 11:2

Bienvenida Deisy Catalina Pérez a EL CLAROSCURO

Gracias por aceptar mi invitación. 

Deisy Catalina Pérez Gil

Nacida en 1983 en Zipaquirá Cundinamarca, Hija adoptiva de Sincelejo Sucre. Administradora de Empresas. Publicó su primer libro Cien lágrimas para una sonrisa. (2000). Perteneció al Taller literario Manuel Zapata Olivella, de la Corporación Universitaria del Caribe Cecar en Sincelejo. Segundo puesto de los juegos florales de poesía Sincelejo, 2003; primer puesto compartido de los juegos florales de poesía Sincelejo del año 2005. Co-fundadora del Taller literario Ágora, en el departamento de Sucre. En el año 2007 publicó su segundo libro Sosteniendo la tarde. Co-fundadora de la Fundación Vozética, para la promoción de lectura y los derechos humanos (año 2011). Sus textos han sido publicados en suplementos literarios del Salvador, y la antología de la Universidad del Sinú "La spleen del Sinú''). Miembro del colectivo "Las oscuras golondrinas" y del taller "Chindau". Actualmente, reside en la ciudad de Montería.

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¿Quién es Deisy Catalina Pérez Gil?

La pregunta que nos hacemos desde que tenemos la posibilidad de enfrentarnos al mismo cuestionamiento del porqué existimos. Llevo años pensando en esa respuesta y hace tiempo escribí algo que intenta acercarse ”Soy el resultado de las decisiones de mis ancestros, la memoria que habita conmigo este espacio geográfico, la conciencia materializada de la finitud de la existencia. Al ser palabra, escojo ser verbo. Al ser día, prefiero ser aurora. Al ser árbol, prefiero las ramas. También soy lo que apropio de las experiencias y lo que mis manos fabrican, sobre el papel o alrededor de las rutinas de agua y fuego. Soy la mamá de Ernesto y Juan Miguel, por convicción y en pleno deseo de serlo todo el tiempo que sea posible. Soy una mujer con manos de hombre. Soy una adulta con deseos de infante. Soy una joven con dolencias de anciana".

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¿Qué es la poesía?

Es un lenguaje excelso, que te da la hermosa posibilidad de interpretar el universo desde la mirada de lo conocido, desde las imágenes cotidianas, desde los silencios y los ruidos, desde lo estético y lo visceral. Reconocer en lo onírico la realidad y en lo más simple las respuestas a los misterios más complejos y extraños de nuestra existencia. 

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SELECCIÓN DE POEMAS 

Poemas, tomados del libro en preparación "Acerca de dar a luz y otras sombras"

Placenta

La raíz del árbol se sumerge 

en el acuoso eco del origen,

palpita diminuto el frágil ascenso de la luz.

El tronco sostiene un escudo frondoso

de ramas que entrelazan el alfabeto de un cosmos antiguo,

vigía incorruptible sobre círculos de agua

ondeando en lo profundo,

anticipando el liviano azul,

corteza que cubre los caminos

en los que el aire encuentra

las formas que aún no respiran;

roja savia que alimenta la esperanza de lo eterno.

Su centro será cortado

cuando el sol seque la piel del anfibio,

cuando el llanto interrumpa

el parsimonioso andar de la espera,

caerá el árbol marchito,

mientras las manos de una madre

palpan la aurora del tiempo.

                                                               Imagen tomada de la internet 

TAQUIPNEA 

I

¿Cuánto de olas apacibles 

jugueteando con la arena

tienen los sonidos de tu nombre?

¿Cuánto de viento enardecido,

tiene el llanto que rebota en las paredes?

¿Cuánto de ave en vuelo

tienen tus manos buscando las mías?

¿Cuánto de raíz sujetando lo profundo

tiene la forma en que aferro a mi seno?

¿Cuánto de montañas

ocultando los caminos en invierno,

tiene lo espeso que se detiene 

en la enramada de tu pecho?

¿Cuánto de silbido cansado de pájaro

intenta escapar por tu espalda?

¿Cuántos de mis miedos

se agitan desesperados en los cóncavos huesos

que reprimen tu respiración?

II

El viento por si solo, carece de ruido,

precisa empujar con fuerza las altas palmeras, 

o rozar el agua hasta confundirse

con el salto de un delfín.

A veces, necesita estremecer las ventanas,

avivar las brasas,

perturbar la tormenta;

otras tantas

cae en estampida sobre el vacío de los acantilados

y regresa sobre si.

No es el viento capaz de imaginar sonidos,

se contrae tímido y es tan solo un murmullo.

Sin embargo, a veces,

se escurre inocente entre pequeños alvéolos,

desconoce el líquido que lo detiene

y llega a extraviarse en su propio silbido.

III

Un tambor ahuecado percute ronco dentro de ti.

Aún no has aprendido del árbol

el armonioso ritmo del aire,

aún no has escuchado del rio

que la vida consiste en no dejar de fluir.

Aún no se contrae el infinito

en el cerrado círculo de tus dedos,

rodeando mi meñique.

METAFORA DEL FINAL

Penetra en lo espeso

un crujir afilado de dientes metálicos.

Huye el viento tras las aves.

Hay caminos que se abren

como metáfora del final...

sumiso tañido de árboles

                                        Al caer.

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