Diana Carolina González

 

La hierba solo existe entre los grandes espacios no cultivados. Llena vacíos. Crece entre, y en medio de las otras cosas.

Gilles Deleuze y Félix Guattari

Estás tan envuelto en tus capas, cebollita, que tienes miedo de tus propios sentimientos. 

                                                                                                                  Burro. Sherk I

Mi lápiz se detiene/ y no irá/ por ese camino de calma. / Necesito escribir/ sobre falsos amantes.

Maya Angelou

Todo lo cuento tres veces: 

tres tiempos imperfectos

tres aguaceros que aún persisten, 

tres sombras del mismo cuerpo. 


Todo a lo largo de la vida viene por tandas 

de a tres: 

Tres veces morimos, 

abrimos tres puertas,

lloramos tres amigos. 


Tres veces tres. 

Sergio Antonio Chiappe 


Bienvenida Diana Carolina González a EL CLAROSCURO. 

Gracias por aceptar mi invitación 



Diana Carolina González. Normalista Superior y Licenciada en Lengua Castellana y Literatura. Docente de la Secretaría de Educación de Bogotá. Magister en Educación de la Universidad Externado. Maestrante de la Maestría de Estudios Literarios de la Universidad de Buenos Aires.

Desde el 2016 participa activamente en talleres de formación en escrituras creativas. En 2023 obtuvo mención de honor en el concurso de la Casa de Poesía Silva con el poema Cartas y Polillas. Ha sido publicada en la revista Surgente con el autorretrato Vuelo Estático (2019) y los cuentos En la caseta (2020) y El club de las enfermedades invisibles (2022) así como en el blog digital Alter Vox Media. Participó en el VIII Festival de Poesía de Fusagasugá (2020), en el repositorio de la fonoteca de poesía Mercedes Carranza de la Universidad Jorge Tadeo Lozano (2020) y en el XXX encuentro Nacional e Internacional de Mujeres Poetas en Cereté, Córdoba (2023). Devenir Animal, Pequeño Bestiario, es su primer libro publicado con la editorial colombo – argentina Abisinia Editorial. 




¿Quién es Diana Carolina González?

Un colibrí ansioso. Una tormenta. Un huracán. Lluvia de la mañana. Mi fe es la enseñanza. Mi credo el conocimiento como un todo que se engrana. La vida de un rizoma: todo está conectado; así la poesía. Aprendiz de escritura. Arquitecta de una estructura para llegar a la vejez con la luz de un pensamiento que se movilice siempre. Derrumbo mi propia estructura con indisciplina. Una balanza.

*

¿Cómo fue tu encuentro con la poesía?

A los siete años apareció una amiga imaginaria: la poesía. Ella se sentaba a mi lado y mientras hacía tareas, me rimaba cositas sencillas. Desde entonces jugamos escondidas: ella aparece y se queda por días, a veces se esconde en el armario, aguanta la respiración; otras trepa a la espalda de mis amigos, zumba para hacerse ver tras las nucas; otras, me acompaña en silencio, un silencio de abismo, no la siento. Así fue en la Escuela Normal y en la Universidad, donde me formé como maestra, allí se sentaba a tomar mis mismas clase, seguramente ella entendía más que yo. En el nacimiento de mi hija cantó con alegría, luego, volvió a quedarse quieta, se escondió en la oscuridad del bolso y de las ocupaciones diarias. En la maestría hizo más ruido: la ansiedad de Buenos Aires le picó la cintura y la hizo gritar. Ahora, ella suele portarse como una adolescente que se va sin avisar. Me dedico a enseñar, en un colegio de Bogotá a niños de primaria, allí la poesía vuelve noble, me da una mano con la voz de otros, se porta como buena hija. Pero yo espero que sea mi propia voz quien hable, al menos de vez en cuando, por eso espero que mi poesía llegue, en la noche o a la madrugada, borracha, herida, sin explicación, pero que llegue...

*

¿Para qué la poesía?

La poesía no tiene un propósito, entendido como fin en sí mismo, no hay una productividad en ella, sus objetos, dudas, modos no son utilitaristas; y, sin embargo, tiene todos los motivos, condensa todas las dudas, las replica como en un altavoz. Crea las dudas y las resuelve, aunque a veces no; despeja las brumas de la mente humana y despliega claridad en un puente que le comunica a otros las experiencias que resuenan en su propia existencia, es un juego de vasos comunicantes, un caleidoscopio de nuevos sentidos.

*

¿Con qué palabra te identificas?

Búsqueda: De vez en cuando paso por mi pasado, escarbo en mi niñez, navego en la hondura de mi pecho, transito en las palabras que sostengo con otro. Frecuentemente me pierdo, me busco en todo lo que me parece conocido, desconocido, nuevo, fascinante y me rescato.

*

¿Qué has encontrado en la poesía?

He encontrado un tejido. Tenemos las mismas preocupaciones, pero siempre las formas de expresarlo son distintas. Un verso abre caminos a otros versos, yo contesto lo que tu me dices desde mi forma única de entenderlo. He encontrado amistad, caminos particulares para descifrar el dolor, la ternura, recuperar la naturaleza, la infancia y la conexión espiritual que da el arte.

*

¿Cuál es el panorama de la actual poesía colombiana?

Es un panorama muy prolífico, nunca existieron tantos grupos desarrollando proyectos en torno a la poesía al mismo tiempo, desde lugares tan distantes y disimiles, desde talleres, proyectos de gestión cultural, premios, concursos hasta editoriales independientes, festivales y encuentros expandidos por todo el territorio nacional, propuestas que apoyan la creación poética. Estamos ante la democratización de la cultura que a su vez se enfrenta a desafíos descomunales como las inteligencias artificiales, la perdida de público lector y el auge de las plataformas de entretenimiento. Es un momento en el que deberíamos hacer un llamado y encontrar formas de cultivar auditorios y lectores que se interesen por lo que se está escribiendo. Considero importante rescatar experiencias como la del Encuentro Nacional e Internacional de Mujeres Poetas de Cerete, Córdoba; donde a través de los años se ha invitado al público a compartir su experiencia escrita y las poetas escuchan a su público y en un ejercicio de doble vía aprende de ellas, de este modo se mantiene un interés mutuo en el ejercicio lector y escritor. Este, considero que es un factor determinante, aunque no el único, para conseguir auditorios llenos que permitan la transmisión de la palabra y tejer puentes de sensibilidad entre nosotros los ciudadanos. Un ejercicio donde las propuestas escritas tan innovadoras y diversas de la actualidad contribuyan, desde la humildad de la palabra, a construir nuevas sensibilidades.


**

DIANA CAROLINA GONZÁLEZ
POESÍA 


De la serie Cartas y Polillas
Mención de honor en el concurso de Poesía de la Casa Silva en 2023

CARTAS Y POLILLAS 4

La Unión, Valle del Cauca, 1 de mayo de 2013

La última carta, un anuncio mecanografiado, se deslizó bajó la puerta. La tinta lloraba bajo las letras del título héroe de guerra.
Cada agujero de tus cartas es un desafío al olvido. La batalla contra las polillas, los hongos, las mudanzas, los amores nuevos, las vueltas del destino. Como polilla me pego a tus garabatos, saboreo tu último aliento en las letras de tu nombre y disuado a los hongos que intentan borrarte de mí.

Con la esperanza de nuestro reencuentro,

La Poesía


De la serie publicada en el portal Alter Vox Media Cautiverio de la luz

VI

Raíces de luz

Duelen las articulaciones, algo crece allí dentro. Intento descifrarlo.  Emergerá un tallo y me 
convertiré en raíz.
        Cuando ocurra tardaré semanas en descomponerme, como se diluyen las hojas 
caídas sobre el pavimento. Bastará la luz del mediodía o del alumbrado de la esquina para 
que emerjan los parásitos que se alimentaron de mí durante cuarenta años. Bastará la luz 
que se escapa en halos a través del pecho, tal vez se requiera algo de agua y tiempo para 
que mi cadáver exude y se convierta en tierra. 
            Un día germinaré en un haz de luz.
            La oscuridad de los hombres me extinguirá.




Poemas del libro Devenir Animal, Pequeño Bestiario


RADIOGRAFÍA DE CÁNCER DE PULMÓN

una tarántula anida
trenza hilos en los alvéolos
intoxica los glóbulos con su beso letal

otro en el jardín en este caso
un arácnido macho
intenta apaciguarla
se cuela por los intersticios
tapiza un refugio
ofrenda de ingenuidad

tramposa la diva sonríe
acepta el obsequio
clava los quelíceros en el amante
lo amarra a la red con su propia luz

sobre el cadáver
seguirá tejiendo su nido
telaraña que invade promesas

¿dónde nacerán sus hijas?
¿quién tensa los hilos de la muerte?
¿odios tristezas adioses
corazones despreciados?



LA BELLEZA DE LAS CICATRICES

encerrarse en una cáscara

                 —pegar uno a uno los trozos de tu nacimiento
                 soldar un huevo roto—
                               o

volverse un noruego alado
desorientarse
dentro de un gallinero o un cobertizo
paciente autista
sin importar las velas
hincadas a tu apariencia de ángel mutilado
sin importar las miradas
de quienes te pican o te queman

curar úlceras con cal
matar parásitos
alimentarte con papillas de berenjena
tapar las plumas nuevas bajo el brazo

hasta el día en que puedes elevarte sobre los tejados
perderte al fondo de la calle

                  empezar de nuevo



TRÍPTICO CON PÁJAROS

I

viajeros hombres – pájaro 
atrapados en vehículos

sus ojos
como canicas
brincando de un lado al otro

miradas que intentan cruzar
el deseo
líneas que nunca se tocan

II

una mujer – pájaro 
se estrella contra el edificio
              —jaula abierta en medio del paisaje—

buscaba una ventana para escapar
dice la crónica roja

            cuerpo de alas lisiadas

III

las ramas mutiladas abandonan los nidos
en los caños nada la fetidez
en los charcos hierve cianuro
cielos grises ocultan el sol

          aún así    los pájaros



*














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