Fernando Cuestas
vuelo y vuelo sin saber,
herido en la noche oscura
Pablo Neruda
Esta sed de totalidad es de un vacío
existencial que me dejó otra existencia
Francisco Urrea Pérez
El poeta es un río
desbordándose en la hoja.
Sergio Antonio Chiappe
Bienvenido Fernando Cuestas a EL CLAROSCURO.
Gracias por aceptar mi invitación
Fernando Cuestas (Bogotá, 1962). Poeta y escritor. Cursó estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad de Los Andes y Finanzas en la Universidad EAFIT. Es autor de las obras: "La vida no es un destino, es un viaje", "Crónica101", "Nebulosa del cangrejo", "La charca, libro de crónicas personales" y "Vuelo a la noche" libro publicado por Ediciones Exilio en el año 2022. Ha sido traducido al italiano, al coreano y al inglés.
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¿Quién es Fernando Cuestas?
Soy un poeta, bachiller, budista y católico. Me abrigo en el lema de otro poeta: Fernando Pessoa que reza: " Ser poeta no es una ambición mía. Es mi manera de estar solo". Yo le cambiaría: es mi manera de aceptarme en este mundo.
¿Qué buscas y qué has encontrado en la poesía?
Más que buscar en la poesía fue ella quien me buscó en la lectura de los primeros poemas de la poeta rumana Ana Blandiana. Fue un despertar de mi conciencia a la poesía y un viaje por la poesía de otros poetas que han enriquecido mi propia creación y le han dado un nuevo sentido a mi existencia en este mundo.
Durante este trasegar con la otra poesía, he tenido pocos momentos de duda pero, aún en presencia de éstos, no encuentro otro camino diferente. Puedo decir sin margen a equivocarme, que la poesía es la búsqueda y el hallazgo de mí mismo.
¿Qué ha hecho por ti la poesía?
Básicamente salvarme. Todos los seres humanos debemos pagar un precio por habitar este mundo: por respirar, por vivir y convivir con otros, por el alimento, el techo, y por todas las otras necesidades básicas y no básicas de las que nos suplimos. Entre todas ellas, la poesía es mi verdadero alimento. Si no existiese podría prescindir de lo demás e irme mañana mismo a otro estadio que nadie conoce.
¿Para Fernando Cuestas, qué es poesía?
La poesía es sin duda un modo de ser, una decisión personal, acaso una intuición. Vaga entre lo divino y lo humano. Es claridad en la noche oscura, y lucidez en la confusión. El poeta sobrelleva el peso de la humanidad. Vuelve la mirada del hombre hacia su propio ser en armonía con toda la naturaleza. El oficio del poeta no es un oficio de afuera, de acomodo, ni fantasioso. El fin de la poesía, si existe alguno, es enaltecer la condición humana y el sentido mismo de su existencia en un mundo temporal e incierto. No siembra ilusiones, falsas promesas o vanidades futuras. No vive del comercio ni la fama. Su camino es más seguro y acaso más discreto. Se aferra a la vida expresada como un arte, a través de la palabra cifrada. Actúa en pro de las emociones humanas, las más sinceras, las más renovadoras. Se reconoce así misma en la belleza simple de una rosa, o en el milagro de un nuevo día. Puede viajar en el tiempo a través del universo y en un instante desatar la furia de los dioses. El poeta busca habitar con su poesía la misma morada de siempre. Ayer, hoy y siempre es el mismo, sin menoscabo de su papel en el transcurrir de la historia. Con su espada de Damocles enfrenta las más duras batallas y entre ellas el dolor humano.
ENTRE ABRIL Y MAYO
HUYEN
los pájaros
a sus nidos
que fueron humo
Donde comienza
el bosque
dejamos la piel
Despertar al día
dormir la noche
transitar
la misma jornada
Amanecer
bajo el fuego de luz
Callada lluvia
frente a mi ventana
silencio
entre abril y mayo
Esquiva felicidad
que huye.
EL DESEO
HABLEMOS del deseo.
Viene un deseo y se posa en tu mente.
Acudes a su encuentro.
Es un deseo desapercibido
que se incumple.
El mismo deseo
vendrá mañana
con tanta intensidad
con la que sueñas
que desaparece.
CADA PALABRA
CADA palabra
tiene su eco en el río;
un sonido distinto
que emana de mi boca;
un reclamo desnudo;
una voz oculta
en la tierra de los hombres.
Cada palabra
tiene su eco en la piedra;
un sonido distinto
que emana de mi boca;
un resguardo del camino;
una voz inconsolable
en la tierra de los hombres.
Cada palabra
tiene su eco en el abismo del lago,
en la cresta gris de la montaña,
en la nube pasajera;
un sonido distinto
que emana de mi boca;
una vena en la hoja;
una voz de aliento
En la tierra de los hombres.
Cada palabra
tiene su eco en el corazón ajeno,
en el aciago destino,
en el fruto seco,
en el poema infame,
en la canción perdida;
un sonido distinto
que emana de mi boca;
un tambor de voces;
una voz en mi última morada
¡En la tierra de los hombres!
VANAS PROMESAS
¡DEMASIADA luz para mis ojos ciegos!
Eterno soy ente repetido.
En la verdad me convierto
en un ser arrogante y me aburre
pensar en un mundo atestado
de ángeles.
NO ME GUSTA LO QUE ESCRIBO.
PERO NO DEJO DE LEERLO
INÚTIL pensar el verso infinito.
Ninguno habla del mar sin haber saciado su sed.
Llegar hasta aquí y regresar mil veces.
Nadie se enferma si no es cuarentena.
Cada día estoy más débil por una rara patología:
literatura.
El silencio: la mejor palabra.
El cementerio, repositorio de almas muertas,
el cielo, repositorio de almas heridas.
El mundo rueda lento, sobre la rueda de su creador.
Tengo dos novias que esperan en las tardes
en casa: la prosa y la poesía.
Filosofar, difícil pensar
pensar, difícil imaginar
imaginar, difícil decir
decir, difícil escribir
escribir, difícil vivir.
La poesía con demasiadas palabras se aparta
del silencio
o se convierte en un diálogo aburrido.
Hasta a la muerte hoy voy a darle espera.
No me gusta lo que escribo, pero no dejo de leerlo.
***
Día 490
Luna de esturión
vertida
sobre la noche fría de agosto.
A un costado del mar
nace el viento de Otoño
-opuesto a nuestra orilla-
viaja durante la noche
y cuando cae la tarde
nos cruzamos con él.
Comedia humana
-mecanismo del viaje-
hacia este día sin final.
Después somos olvido,
muerte blanca
que no tiene dudas.
De: Diario de enigmas (Toska Editorial, 2025) libro de próxima publicación
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